La política de cooperación para el desarrollo portuguesa, que constituye uno de los pilares de la política externa, tiene como objetivo fundamental a erradicación de la pobreza extrema y el desarrollo sostenible de los países colaboradores debiendo entenderse como una inversión y no como un gasto, como desarrollo y no como "asistencialismo". Se basa en un modelo de gestión descentralizado y se encuadra por el Concepto Estratégico de la Cooperación Portuguesa, 2014-2020.
Compete al Camões - Instituto da Cooperação e da Língua la dirección– en estrecha articulación con los principios y directrices de la política externa nacional -, la coordinación y la supervisión de las actividades de cooperación para el desarrollo y garantizar la representación y participación del Estado Portugués en las actividades de las organizaciones internacionales relacionadas con la cooperación y la ayuda pública al desarrollo.
Dirección
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Proponer políticas e iniciativas
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Planear y programar
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Definir criterios, orientaciones y normas
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Analizar y proponer la toma de decisiones de los PPA que se financiarán
Coordinación
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Articular actores y las intervenciones y promover la PCD (CIC y FCD)
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Coordinar los programas
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Participar y representar en el sistema multilateral
Supervisión
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Acompañar y evaluar la ejecución de los PPA
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Realizar auditorías
La Cooperación Portuguesa tiene tres áreas de actuación:
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Cooperación para el desarrollo,
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Educación y concienciación sobre el desarrollo,
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Ayuda humanitaria y de emergencia.
Historicamente, as prioridades geográficas da Cooperação Portuguesa são os países de língua oficial portuguesa (PALOP e Timor Leste) contudo, estrategicamente, em determinadas áreas temáticas devem ser igualmente consideradas novas geografias como o Norte de África, África Ocidental, América Latina e Atlântico.
Son dos los ejes de intervención: gobernanza, Estado de derecho y derechos humanos; y desarrollo humano y bienes públicos globales, materializados en 8 prioridades sectoriales: i) la capacitación institucional; ii) la seguridad y el desarrollo; iii) la educación y ciencia; iv) la salud; v) el ambiente, crecimiento verde y energía; vi) el desarrollo rural y el mar; vii) la protección social e inclusión social; viii) y el sector privado. Además de estas áreas tradicionales de actuación, la Cooperación portuguesa constituye dos clusters de actuación estratégica, el “Cluster de Seguridad y Defensa”, y el “Cluster Energía y Ambiente”.
Con el objetivo de reforzar la calidad de su acción, la cooperación portuguesa actúa en base a un conjunto de principios, de los cuales se destacan:
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Alineación con los objetivos de la agenda internacional de la cooperación para el desarrollo;
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Promoción de la Coherencia de Políticas y de la Eficacia del Desarrollo.
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Apuesta por áreas de intervención en que la Cooperación Portuguesa aporta plusvalías, como la capacitación institucional y la formación de cargos altos e intermedios;
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Concentración de la ayuda en áreas prioritarias, mediante Programas, Proyectos y Acciones (PPA) de mayor dimensión y visibilidad, alineados con los ejes centrales de la política externa y las nuevas orientaciones internacionales, principalmente los ODS y conforme las reglas y buenas prácticas internacionales, principalmente las del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE;
- Desvinculación de enfoques “asistencialistas”, de manera que los proyectos deben centrarse en la capacitación institucional y humana y facilitar la movilización de inversión y comercio;
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Trabajo articulado con los países colaboradores, creando un nuevo ciclo en las relaciones y apostando por la apropiación, sacando partido de la red diplomática portuguesa;
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Transición para una lógica de cofinanciación nacional, europea e internacional, pública y privada, mediante nuevas y diversas fuentes de financiación y colaboraciones (cooperación delegada, creación de consorcios con entidades nacionales y externas (públicas y privadas, blending, cooperación triangular);
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Participación de los agentes económicos, del mundo académico y de la sociedad civil;
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Participación activa en los mecanismos de coordinación y división de trabajo existentes en los países colaboradores.
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Refuerzo de la evaluación sistemática de las intervenciones, teniendo presente los resultados previstos y la definición de estrategias de salida.
La cooperación multilateral portuguesa se centra en proyectar las prioridades y los objetivos de la cooperación bilateral y contribuir en el establecimiento de colaboraciones y sinergias con las acciones que se desarrollan en ese ámbito, especialmente las Naciones Unidas, Unión Europea, OCDE, CPLP y Conferencia Iberoamericana.